¿Estas convencida de iniciar la lactancia materna con tu recién nacido? Durante el inicio o durante la lactancia, pueden aparecer ciertos problemas que tienen una fácil solución.
- Congestión de los senos. Durante los primeros días después del parto, cuando el calostro se empieza a convertir en leche, tus pechos se pueden llenar muy rápidamente. Si tu bebé no vacía convenientemente tus pechos, puedes tener problemas de congestión, lo que supondrá que los tendrás duros y doloridos. ¿Cómo se previene? Tienes que dar de mamar al niño frecuentemente siempre que lo pida, o en su defecto sacarte tu misma la leche con un sacaleches eléctrico (guárdala en el frigo y dásela posteriormente al bebé a temperatura ambiente). Intenta beber menos líquidos hasta que se solucione el problema. Evita darle al bebé suplementos de agua o leche. Desteta a tu niño gradualmente. ¿Cómo se trata? Aplica toallas calientes y húmedas en el pecho durante unos minutos. Masajea tus senos antes de dar el pecho y después de hacerlo (masajes muy suaves, en pequeños círculos por todo el pecho y alrededor de las aureolas). Relajate dando el pecho.
- Grietas en el pezón. Este problema suele surgir cuando el bebé no toma correctamente el pezón. El bebé tiene que coger en su boca completamente la aureola, no solo el pezón. También puede aparecer si esta demasiado tiempo succionando. ¿Cómo se trata? La manera más eficaz es limpiar la zona con un pañuelo seco y suave y dejar caer un poco de leche, dejando que se seque. La leche tiene propiedades antiinflamatorias y evita infecciones. También podemos aplicar pomadas con vitamina A y D. ¿Cómo evitarlo? Sólo hay que tener cuidado y ver que el bebé esta mamando correctamente: Tienen que abarcar completamente el pezón y la aureola.
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