Muchas veces uno se pregunta en que tipo de país esta viviendo, sobre todo cuando leemos noticias como esta que acabamos de encontrar «Why Are Little Kids in Japan So Independent?» (¿Por qué los niños japoneses son tan independientes?). A veces las comparaciones son odiosas, y en este caso esta claro que los japoneses nos llevan unos cuantos años de ventaja.
¿Dejarías viajar a tu hijo pequeño sólo en el transporte publico? ¿Le dirías con tan solo 2 o 3 años que se fuera a comprar el pan? Pues probablemente en una gran ciudad en España como Madrid y Barcelona esto sea totalmente impensable, algo que no ocurre en Japón.
En Japón es común encontrarte con niños de corta edad en el transporte publico yendo al colegio. Van solos o en pequeños grupos, y es lo más normal del mundo. Suelen tener entre 6 y 7 años de edad y realmente no hay nadie escondido detrás de una esquina vigilando que lleguen bien al colegio.
Los padres en Japón normalmente «envían» al mundo a sus hijos a una edad muy temprana, e incluso la televisión japonesa tiene un programa donde se pueden ver estas primeras aventuras (Hajimete no Otsukai). Se puede ver perfectamente a niños de 2 y 3 años yendo al mercado y siendo filmados en secreto.
https://youtu.be/e5k5XTZy0rA
El transporte publico es realmente seguro en todas las ciudades de Japón, pero claramente tienen otro concepto social sobre la independencia y sobre como hacer las cosas en público.
¿Cómo se explica este inusual grado de independencia? Hay una «confianza de grupo», según Dwayne Dixon, un antropólogo cultural que escribió su tesis doctoral sobre la juventud japonesa. «Los niños japoneses aprenden muy pronto que, idealmente, cualquier miembro de la comunidad puede ser llamado para ayudar a los demás». Esta hipótesis se ve reforzada en la escuela, donde los niños se turnan para servir el almuerzo en lugar de confiar en el personal del colegio. Se distribuye el trabajo y todos confían unos en otros.
Asumir la responsabilidad en espacios compartidos significa que los niños desarrollan un orgullo de la propiedad y comprenden las consecuencias de provocar un desastre, ya que van a tener que limpiarlo ellos mismos. ¿Resultado? Un niño japonés sabe que puede confiar en que le van a ayudar en caso de emergencia.
Además, en Japón hay una tasa de criminalidad muy baja, y la percepción de seguridad se nota en el ambiente cuando caminas por sus calles. Los conductores conducen con propiedad y respetando a ciclistas y peatones, y todo tienen un «halo» de tranquilidad.
Solo tienes que viajar a Japón como turista para darte cuenta: si te ven perdido por la calle, sin que lo pidas, se van a acercar a ti y te van a ayudar. A nosotros nos ha pasado.