Una de las principales obsesiones de los padres cuando su hijo supera la edad de 2 años es que tienen que aprender a compartir su juguetes y sus cosas ya que así serán mejor aceptados socialmente.
Aunque el propósito final es muy loable, tenemos que tener claras unas cuantas cosas a la hora de enseñar a compartir a nuestros hijos. Además, también hay que enseñarles la acción complementaria: a pedir.
Cómo puedes enseñar a tu hijo a compartir sus cosas
- Es muy importante que nuestro hijo juegue y se encuentre con otros niños de su edad para ir familiarizandose con otras personas que no sean los padres o el entorno familiar. Así aprenderá poco a poco que cada uno tiene sus cosas y que esos objetos se pueden compartir o no. En casa podemos ir explicándole cuales son las cosas de mama y cuales de papa y como debería pedirnoslas.
- Compartir no es una exigencia por nuestra parte. Debemos hacerle ver a nuestro hijo que compartir tiene unas ventajas sociales.
- Debe aprender que las cosas que se comparten hay que cuidarlas y tratarlas con cuidado.
- Qué tu hijo tenga que compartir no significa que si tiene un juguete nuevo deba dejárselo inmediatamente a un niño. Primero deberá disfrutar de él y luego dejárselo a su amigo en el parque.
- Si tu hijo tiene un juguete preferido, su osito favorito, su muñeca especial, ese objeto no tiene porque compartirlo si no quiere.
- Hay que enseñarle a pedir con frases como: «Por favor, ¿me dejas ese juguete?» «¿Puedo jugar un rato con el balón?» Si el otro niño no se lo presta, habrá que explicarle la situación y decirle que no pasa nada, siendo una buena oportunidad de comentarle que a lo mejor otro niño siente lo mismo cuando el no presta sus propios juguetes.
- Tu hijo no debe ser el único que presta juguetes. Si otro niño no le presta repetidamente sus cosas, tu hijo no esta en la obligación de dejarle nada. No sería justo para tu hijo ya que le pondría en una posición de sumisión.
- Tenemos que enseñar a nuestro hijo a recuperar sus juguetes indicándole algunas frases como «Me voy a mi casita, ¿me lo devuelves?.
Cómo siempre que hablamos sobre estas cosas, lo más importante suele ser tener algo de paciencia. Se hará siempre necesario que apoyemos a nuestro hijo y fomentemos la confianza en si mismo, inculcandole poco a poco habilidades sociales que luego le resultaran muy útiles en su vida adulta.