Leo en El Confidencial un tema que está muy de moda ultimamente y que refleja una dura realidad para los sufridores padres y madres: La tasa rosa, o porque los las mujeres pagan más en sus compras que los hombres. El dato es demoledor:
«Los productos destinados al público femenino cuestan un 37% más de media. Las diferencias se disparan en el caso de los juguetes, con precios un 55% más altos«.
¿En que consiste la Tasa Rosa?
El diario ‘The Times‘ ha realizado una investigación entre los consumidores del Reino Unido y han descubierto que las mujeres pueden pagar más del doble que los hombres por productos totalmente iguales o con una sutil diferencia de color… El Rosa suele ser más caro que el Azul. Algunos ejemplos de productos más caros para mujeres que para hombres:
- Cuchillas de afeitar de Tesco: el doble de precio en su modelo para mujeres
- Vaqueros Levi’s: un 40% más caros
- Las motos Scooter de Argos cuestan unos 6 euros menos si son para niños, y solo cambia el color.
Más datos, esta vez proporcionados por la Universidad de California: Las mujeres estadounidenses pagan 1400 dólares más al año que los hombres en la compra de productos.
¿Y qué pasa en España?
No somos ajenos al marketing impuesto por las distintas empresas, y podemos ver claros ejemplos de la Tasa Rosa cuando vamos a cualquier juguetería o supermercado. En Twitter podemos encontrar muchos ejemplos bajo el hashtag #tasarosa.
Espectacular. La única diferencia entre los cepillos es el color rosa. Y todo esto se debe a que las empresas saben que las mujeres son menos reticentes a gastarse el dinero en determinados productos que los hombres. Y no nos engañemos, también hay ejemplos en el que los hombres acaban palmando unos cuantos euros más, sobre todo en productos específicamente dirigidos a ellos.
Si a esto le unimos que las mujeres suelen cobrar menos por desempeñar los mismos puestos laborales que los hombres, que alguien venga y nos diga si es una situación justa o injusta.
Ya desde muy pequeños empieza la presión por «ser niño o niña», y muchas veces terminamos comprando cosas de color rosa a nuestra hijas para que les quede bien y los demás sepan que son niñas. Nosotros estamos hartos de decir que nuestras hijas son niñas y no niños: las vestimos con colores azules, verdes, con pantaloncitos que son muy cómodos… Si no las llevas con un vestido rosa con bodoques, no hay manera de que la gente te diga «¡Qué niña más bonita».
Consejo: Si vemos dos productos iguales pero con distinto color, no caigamos en la tentación y vamos a comprar el más barato. A lo mejor en unos años, la Tasa Rosa acaba desapareciendo. Mucho ojo con los productos para bebés y los juguetes: la Tasa Rosa es espectacular en ambos…
Foto: iStock y Twitter