Uno de los puntos que más conflicto suele generar entre los futuros padres, es que parece obligatorio sentir un amor incondicional por tu hijo desde un primer momento. ¿Qué es lo que sucede en muchos casos? El medico te pone el bebé entre tus brazos, y tu, de repente, te quedas igual que estabas, no sufres una ráfaga de amor incondicional por tu hijo… No pasa nada… A mucha gente le pasa… El amor, el cariño, la complicidad o el apego es algo que hay que trabajar en el tiempo, y lo que si tienes que tener por seguro, es que en poco tiempo vas a sentir ese amor incondicional por tu hijo.
Por eso vamos a hablar del apego, o lo que es lo mismo, el vínculo afectivo que crean los bebés durante los primeros años de vida.
¿Qué es el apego? Se denomina apego al vínculo afectivo que es resultado de la necesidad de buscar seguridad, contacto, etc.
El bebé ira sintiendo esa necesidad poco a poco, sobre todo a partir de los primeros meses de vida, pero lo primero que tiene que hacer es reconocerse a si mismo, llegar a la conclusión que es una personita independiente y ser capaz de diferenciarse de sus padres y hermanos y de los extraños.
Se trata de un proceso que va a tener lugar durante sus primeros meses de vida. Durante el primer y el tercer mes llegara a conocer algunos aspectos de sus cuidadores, normalmente el padre y la madre, e incluso podrá comenzara a sonreír a esas personas.
Entre los 3 y los 6 meses, el bebé será capaz de diferenciar entre figuras con las que siente apego y los completos desconocidos y comenzara a comportarse de una forma distinta en función de con quién se encuentre.
Entre los 6 meses y el año de edad, puede empezar a sufrir el miedo a los extraños. El niño interactúa de una forma con las personas que le cuidan constantemente y rechaza a los desconocidos. Esta reacción no suele igual en todos los casos. Por ejemplo, si el bebé se encuentra encuentra dentro de una familia numerosa, es menos probable que sienta este tipo de miedos a los extraños.
A partir del año de vida, el niño ya ha creado un vinculo afectivo con sus progenitores, sintiendo un apego muy claro por estas figuras paternas que siempre han estado a su lado. Desde ese momento, el niño empezara a conseguir más y más independencia como parte del proceso normal de crecimiento.
Al mismo tiempo, los padres verán como el niño comienza a querer participar más y más en la vida con ellos y sus hermanos, y como quiere aprender cada vez más cosas. Además habrá que empezar a poner normas que el niño debe cumplir, sobre todo cuando comience a andar.
En general, cuando un niño establece una buena relación de apego con su padre y con su madre, en el futuro será capaz de crear buenas relaciones, y si ha tenido algún problema de apego en sus primeros años de vida, probablemente tenga algún tipo de problema emocional en el futuro.
La conclusión evidente, es que es muy importante fomentar una buena relación de apego con tu bebé durante sus primeros años de vida, ya que le influirá mucho en su capacidad para tener relaciones saludables en el futuro.