Hay una cosa que vas a descubrir muy pronto: a tu bebé no le gusta que le limpien la cara, pero muchas veces es necesario quitarle las legañas o los incómodos ‘mocos’ de la nariz. Vamos a ver como limpiar los ojos, las orejas y la nariz de un bebé.
Cómo limpiar los ojos a un bebé
Tenemos que coger una gasa estéril y la mojamos con agua mineral o suero fisiológico y la llevamos desde el lado más cercano a la nariz hacia el otro extremo. Deberíamos utilizar una gasa distinta para cada ojo.
Cómo limpiar las orejas a un bebé
Con una gasa enrollada en un extremo la mojamos en agua mineral o en suero fisiológico, ponemos la cabeza del bebé de lado y limpiamos el pabellón auricular del bebé y todos sus pliegues. Solo hay que limpiar el exterior, ya que si introducimos mucho la gasa en el oído podemos meter la cera hacia el tímpano y crear un tapón.
Cómo limpiar la nariz a un bebé
Primero deberíamos humidificar la mucosa nasal para que los ‘mocos’ salgan con más facilidad. Para ello, introducimos unas gotas de suero fisiológico en cada orificio de la nariz poniendo la cabeza del bebé de lado y calentado con la mano el suero fisiológico. Posteriormente enrollamos la punta de la gasa y la humedecemos y se la pasamos suavemente por el orificio sin introducir demasiado en la entrada de los orificios nasales. No se aconseja el uso de peritas.
Deja un comentario Cancelar respuesta